lunes, 15 de marzo de 2010
Una nueva lecccion de humanidad que nos enseña un animal
El Refugio.org
Una perra cuida durante más de quince días a su compañero atropellado
Voluntarios de El Refugio logran cogerla con una cerbatana tras dos días de rescate
Dulcinea protege a su compañero, un perro de color canela, que estaba muerto en la cuneta. Varias personas al pasar con sus vehículos la ven y llaman a El Refugio. Cerca de tres mil perros fueron atropellados durante 2008 en las carreteras.
Ramón, Alejandra, Paloma y las muchas personas que pasaban a diario por la carretera que va de Ávila a El Espinar, ahora ya descansan tranquilas porque Dulcinea ya está a salvo. Durante más de quince días, todos ellos han estado pasando por esta carretera camino de sus trabajos viendo a Dulcinea, una perra de color blanco y gris, mestiza, de aproximadamente un año de edad, cómo se jugaba la vida entre los camiones y coches por proteger a su compañero que no tuvo tanta suerte y yacía muerto en la cuneta. Así nos lo relataba Alejandra “parece que lo defiende y aunque se vaya muy lejos porque se asuste, siempre vuelve con él”. Ante las numerosas llamadas de todas estas personas inquietas y preocupadas porque Dulcinea también fuese atropellada, acudieron varios voluntarios de El Refugio a intentar cogerla con una cerbatana.
El primer día fue imposible, Dulcinea esquivó los dos dardos que disparó una de las voluntarias de El Refugio y ya fue imposible acercarse a ella. Al día siguiente, con la seguridad de que allí seguiría Dulcinea acompañando a su amigo muerto, voluntarios de El Refugio acudieron nuevamente, coincidiendo con otras personas que también estaban intentando cogerla. En esta ocasión Dulcinea tuvo suerte y no consiguió esquivar los dardos anestésicos y ahora está en El Refugio esperando una familia que la adopte.
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